Si bien hemos el entorno general y específico tiene influencia en la empresa, también es cierto que la empresa moderna a medida que ha ido desarrollándose, se ha convertido en una fuente de poder e influencia sobre el medio en el que se desenvuelve.
El concepto de responsabilidad social de la empresa se refiere a que ésta debe considerar, además de los efectos económicos, los efectos sociales que generan sus decisiones y actuaciones.
En los últimos tiempos se está incrementando la presión de la sociedad sobre las empresas para que presten mayor atención a las cuestiones sociales y medioambientales y adopten unas actitudes más éticas en sus comportamientos.
Las razones de tipo práctico que explican la creciente importancia que se le da a la ética en la actualidad pueden ser las siguientes:
- a) La proliferación de las malas prácticas empresariales que remueven a la opinión pública tales como la utilización privilegiada de información, la ingeniería financiera, los sobornos…
- b) La excesiva juridificación de la empresa, la proliferación de normas jurídicas que no son suficientes para regular el adecuado funcionamiento de la empresa y, a la vez, la aceptación general de que el derecho es caro, lento y en muchos casos insuficiente. Frente a ello, la ética puede ser un medio para solucionar conflictos, complementario del derecho.
La ética es rentable para la empresa puesto que aumenta la eficiencia de sus sistemas directivos, reduce costes de coordinación internos y externos a la empresa y es un factor de innovación y de diferenciación.
El sistema de economía de mercado impulsa al empresario particular a minimizar sus costes de producción para resultar competitivo. Esto supone en ciertos casos, trasladar a la comunidad parte de los costes de producción, los llamados costes sociales, en lugar de asumirlos personalmente.
Entre los principales costes sociales se podrían destacar:
- Contaminación del aire y del agua.
- Modificación del equilibrio ecológico.
- Agotamiento de recursos no sustituibles.
- Enfermedades laborales.
- Desempleo.
En los países más desarrollados, los respectivos gobiernos van introduciendo legislaciones para intentar paliar estos costes sociales, pero normalmente las leyes no pueden cubrir todos los aspectos y se elaboran con un cierto retraso respecto a la extensión de los problemas que se pretenden solucionar. Por ello, los movimientos sociales exigen a las empresas, en muchas ocasiones que se enfrenten a los problemas sociales y medioambientales que generen, aunque ello suponga disminuir su capacidad de obtener beneficios a corto plazo.
2.- El balance social
El tema de la responsabilidad social de la empresa da paso a una nueva dimensión de la información que proporciona la empresa. Así aparece un nuevo documento, el balance social, en el cual se refleja cual es la contribución de la empresa en la sociedad.
El balance social es un conjunto de informes tanto internos como externos que hablan sobre los beneficios y los costes sociales de la actividad de la empresa. El término «balance» no debe interpretarse en el sentido de activo y pasivo sino en el sentido de instrumento para medir y comparar la incidencia de la empresa en la sociedad.
En Europa siempre se han centrado el Balance social más en su situación interna que a la situación social y las condiciones de trabajo.
Los pasos a dar para establecer un balance social correctamente planteado son:
– Identificar los grupos que afectan a la empresa o son afectados por ella y sus intereses
– De acuerdo con los intereses identificados, definir las necesidades de información y su concreción más adecuada en forma de indicadores. Estos indicadores necesariamente han de ser de dos tipos: por un lado indicadores observables y cuantificables y, por otro, indicadores subjetivos o cualitativos que recojan la percepción que tengan los grupos implicados que se obtendrán mediante entrevistas, encuestas…
– Ejemplos del primer tipo de indicadores podría ser el número de accidentes laborales producidos, el número de horas de trabajo perdidas por bajas laborales, el número de quejas de los clientes, medias de la contaminación ocasionada por la empresa, el porcentaje de mujeres en cargos directivos, los recursos dedicados por la empresa a actividades culturales en la localidad.
– En el segundo tipo se podría incluir el grado de satisfacción de los trabajadores con su puesto de trabajo, la opinión de los trabajadores sobre sus jefes, el grado de satisfacción de los clientes con la calidad de los productos…
Por fin, recoger y plasmar de forma adecuada esa información, de forma que se pueda evaluar el grado de cumplimiento alcanzado.
Además, para que el balance social en todas sus etapas sea lo más objetivo posible, lo ideal sería que fuera realizado por grupos imparciales, por comités éticos como los que se han creado en muchas empresas norteamericanas.
CONTENIDOS DEL BALANCE SOCIAL:
En este informe o balance social se recogerá todos los beneficios que la empresa aporta a la sociedad y todos los costes sociales que lleva consigo su funcionamiento. En particular aparecerá:
- Condiciones laborales de los trabajadores: jornada de trabajo, horario, seguridad e higiene en el trabajo, nº de puestos que se han creado, o que se han destruido, etc.
- El poder de la empresa en el entorno: qué poder ejerce sobre los proveedores, qué influencia tiene sobre sus clientes y consumidores, etc.
- Actitud de la empresa frente a los grupos sociales y las organizaciones.
- Actividades de la empresa y su repercusión en el medio ambiente.
- Actividades de investigación y desarrollo.
La medición y valoración de los impactos provocados por la actividad de la empresa y de los resultados obtenidos por la misma no es tara fácil. Ello es debido a la existencia de elementos cualitativos cuya traducción en cifras es compleja (por ejemplo, los residuos tóxicos vertidos en un río) y a la dificultad que entraña la elección del método de valoración de las incidencias sociales.
La elaboración del balance social constituye una tarea voluntaria para las empresas en la mayoría de los países. En España un sector muy interesado en el balance social ha sido el de las cajas de ahorro, aunque en muchos casos más que elaborar balances, han realizado informes de impacto social.
Para finalizar los objetivos de desarrollo sostenible ODS 2030 tienen que ser una referencia en la responsabilidad social de las empresas para conseguir la mayoría de metas en un horizonte 2030.
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