El término no es nuevo, de hecho se popularizó en 1984 de la mano de Jay Conrad Levinson. Marketing de guerrilla es un conjunto de técnicas y estrategias de marketing, ejecutadas por medios no convencionales y que consiguen su objetivo mediante el ingenio y la creatividad en lugar de invertir altas cantidades en espacios publicitarios. Lo que se pretende es impactar al consumidor y para ello tres son los ingredientes clave: la creatividad, los medios no convencionales y basarse en la psicología humana y no en las características del producto.
Dentro del marketing de guerrilla podemos encontrar diversas variaciones que merece la pena destacar:
Ambush Marketing: hace referencia a aquellas acciones de marketing que se realizan en torno a eventos, normalmente deportivos, pero por las cuales no se paga patrocinio ni derechos y sobre lo aún no hay demasiada legislación. Hay que entender que en estos eventos, por norma general, siempre hay un patrocinador oficial, lo que deja fuera a otras posibles marcas. Es aquí cuando se empieza a utilizar el ambush, para saltarse la exclusividad del patrocinador oficial y conseguir que tu marca aparezca y sea asociada a dicho evento. Por así decirlo, consiste en “aprovecharse” para conseguir tener cierta repercusión por encima de los patrocinadores oficiales. Por eso también se denomina “marketing parasitario”
Un ejemplo lo tenemos en Dinamarca, donde se celebraba en ese momento la mayor maratón de mujeres de Europa. Este hecho fue aprovechado por axe para “colar” a un hombre justo delante de la salida. Este hombre, que se colocó a pocos metros de ellas, se roció desodorante y en cuanto sonó el disparo de salida se puso a correr delante de todas. ¿Resultado? todos los medios de comunicación enfocaban a un hombre con una camiseta de axe “perseguido” por miles de mujeres.
Otro ejemplo lo protagonizó Pinturas Rona, en lo que -quizás- la muestra de ingenio más sobresaliente en cuanto a campañas de Ambush Marketing. Esta empresa canadiense de esmaltes y solventes decidió enviar un mensaje de reciclaje ‘colgados’ de un espectacular de la empresa Apple en la ciudad de Montreal. Con una manta en la que se aprecia el mensaje “recuperamos los restos de pintura”, la empresa aprovechó el cartel de los iPods Nano de la empresa de la manzana en un muy original efecto visual.
Flashmobs: son fenómenos sociales que se han comenzado a ver en los últimos años. Básicamente consiste en un grupo de personas en un lugar haciendo algo fuera de lo común por unos instantes y luego desapareciendo tan rápido como aparecieron. En este ejemplo ABBA e Ikea crean la combinación sueca perfecta.
Como habréis podido observar, ninguno de estos ejemplos carece de creatividad y originalidad, elemento, como ya hemos dicho antes, imprescindible para lograr los objetivos perseguidos de llamar la atención del público de una manera diferente.